10 de abril de 2010

MOMENTOS

Kate, la mujer sobre la que gira el eje de esta historia podría parecer una mujer como cualquier otra, tan común y corriente que podría perderse fácilmente en el mar de gente en el que se mueve todos los días.

¿Cómo se conocieron?, como todo el mundo se conoce en estos tiempos, sin verse, compartiéndo sólo lo que el otro quiere contar, dandose información de sus vidas a cuenta gotas, de tirabuzón, de a poco, pero me estoy adelantando. Se conocieron por mera coincidencia, ella empezó a admirarlo, desde el primer momento aún sin tener el mínimo contacto con él se sintió profundamente atraída hacía ese personaje que acababa de descubrir.


De una forma inofensiva comenzaron su contacto directo, los mensajes de Ben eran atentos e incluso condescendientes, muy propios, así era como se dirigía hacía normalmente. Ben estaba por inaugurar una exposición con sus obras recientes, se encontraba muy emocionado por montar esa exposición después de tanto tiempo esperando mostrar su trabajo, invitó a Kate a ver sus obras, ella emocionada le prometió hacer todo lo posible por asistir a la inauguración, llegado el día se arreglo especialmente para ver a Ben, se puso un vestido negro corto, una pashmina de textura suave que cubría sus hombros y un par de tacones altos, que dejaban a medias descubiertos sus pies. Estaba a punto de salir cuando una llamada la sorprendió, era Christopher su novio, llamaba para avisarle que pasaría por ella para ir a cenar, por un momento Kate pensó cancelarle, decirle que se sentía indispuesta y que cenaran la siguiente noche, pero él llegaría a su departamento a cuidarla y ella tenía que salir, descarto rápidamente esa opción, luego se le ocurrió que la acompañara a la exposición, pero tampoco era una opción, no era así como quería ver a Ben llegando del brazo de Chris, sin más opción tuvo que perderse esa noche especial.


Pasando unos días se disculpo con Ben por no haber podido verlo aquella noche.


-¿Cuándo vienes al Centro?- preguntó Ben
-No lo sé, ¿por qué?
-Llámame y tal vez podríamos coincidir, así te muestro personalmente la exposición.
-Me encanta la idea, en cuanto pueda ir te llamo.

Pocos días después encontró un pretexto para ir al centro, llamó a Ben apenas podía esconder su nerviosismo y emoción, se pusieron de acuerdo en donde verse, ella como siempre llegó tarde, tardísimo, apenas podrían verse unos minutos, como él estaría ocupado con una entrevista que había pactado para esa tarde Kate decidió entrar a un café cercano para matar el tiempo mientras él la llamaba, entró al café y vio a un hombre que de inmediato llamó su atención se le figuro a Ben, pero no creyó que fuera él, se sentó en una mesa a esperar nerviosamente, pensando en cómo le llamo la atención ese hombre que apenas vio de reojo al entrar al café, en ese instante sonó su teléfono, Ben había terminado ya la entrevista.


-¿Hola?
-Hola, ¿dónde estás?
-Estoy en el café que esta a una cuadra de la galería.
-Yo también estoy en ese café, dijo Ben sorprendido, ¿dónde estás?
-Estoy sentada en el sillón de respaldo alto, pegado a la pared, dijo Kate.

Unos segundos después aquel hombre guapísimo que vio al entrar al café se le planto enfrente y la saludo ¡era Ben!, de inmediato le pidió que le acompañara a su mesa, no sin antes darle un beso en la mejilla, que la dejó helada, se acerco a su mesa donde sólo estuvieron unos instantes intercambiando frases amables pero con un poco de misterio entre líneas, el tiempo se había esfumado, salieron del café y caminaron hacía la esquina.


-Me encanto verte, dijo Kate apenas ocultando la emoción que esos breves momentos le causaron.
-A mí también me encanto verte, aunque fue muy poco tiempo, además no contestaste la pregunta que te hice.
-Sí me hubiera gustado, pero no hubo tiempo, ambos tenemos que irnos, dijo Kate en tono desanimado.
-Tal vez la próxima vez que nos veamos…
-Sí, tal vez la próxima vez sea posible…


Al despedirse él la abrazó, pero no fue cualquier abrazo, al menos no para Kate que sintió que las rodillas le temblaban mientras Ben la estrechaba fuertemente entre sus brazos, besando su mejilla, demostrándole un gusto genuino por haberla visto, esa fue la primera vez que tendría esa rara sensación que le producía la compañía de Ben, y su contacto físico.

1 comentario:

  1. Saludos, estaba de visita y me parecio muy interesante tu pagina, espero pases por la mia, soy fotografo y escritor, espero te guste, proximamente escribire la version en ingles de mi pagina, te mando un saludo.

    Atte: Carlos Laguna

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